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jueves, 13 de mayo de 2010

Toca revision del coche (familiar).


Una familia es como un coche. Al principio, cuando te casas, todo huele a nuevo. Todo funciona sobre ruedas. Ni un ruido fuera de tono. El sonido del motor perfecto, la aceleración limpia. El equipo de sonido suena a música celestial.

Con el tiempo esto va cambiando por el propio uso y por el desgaste que tiene el rodaje. Se rompe una escobilla del parabrisas y piensas: “bueno ahora en verano no hace falta, cuando le toque la revisión pido que me la cambien”.

De repente un intermitente deja de funcionar. Vuelves a pensar: “cuando toque la revisión pido que me cambien la escobilla y la lampara del intermitente”.

Un buen día te quedas casi sin aceite, es el momento de la revisión periódica. Pero tampoco hay tiempo. Compras rápido una lata de aceite en una gasolinera y rellenas para seguir adelante. Vuelves a pensar: “Cuando toque la revisión ya le cambiaran el aceite, ... y la escobilla, y la lampara del intermitente, y ya de paso que le den un limpiado al coche que le va haciendo falta”.

A medida que todo esto transcurre, los viajes, ya con niños, son mas pesados. Ya no suena el coche como antes, el espacio es menor, y se acumulan objetos inútiles* y suciedad en guanteras y demás espacios para guardar.

A lo que iba. Como decía al principio, una familia es como un coche y son necesarios su “mantenimiento” y su revisión periódica. Lo primero, no saltarse esas revisiones en sus fechas previstas. Puntualmente habrá que estar en el taller de turno para ese mantenimiento (que cada uno piense cual es su taller). Lo segundo no esperar a que se acumulen los defectos, especialmente si dificultan la conducción (que cada uno piense cuales son sus defectos). Hay que repararlos de inmediato.

Si todo esto no se ha podido hacer, por que en el fondo somos humanos, no esperemos a que salte un nuevo defectillo, que saltará antes o después (Ley de Murphy). Se recomienda llamar al taller de inmediato, pedir cita y cumplir con ella.

Todos hemos sentido esa agradable sensación al salir de nuestro taller y creer que llevamos un coche nuevo, aunque tenga 9 años. Pues lo mismo con la familia.


* Bolígrafos que no escriben, pañuelos de papel, envoltorios de caramelo, cartas del cole de los niños, gormittis y Hello Kittis, tickets de puntos de gasolinera caducados, etc. etc. etc.

lunes, 8 de febrero de 2010

Un poco de ayuda


Asi quedó la hucha de mi hija y esa excursión a Isla Mágica o al Parque Warner. Ahora esos ahorros estan en Haití. Ojalá logren una sonrisa por lo menos.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Treintaytantos...


Una monada. Hoy cumple 3# años y sigue templando gaitas como nadie. ¡FELICIDADES!

viernes, 26 de junio de 2009

26.06.99


En esta época de reivindicaciones, aniversarios, manifestaciones, y celebraciones, reclamo yo la mía particular. 10 años. 10 años compartiendo con mi mujer no solo mesa y mantel, si no mucho mas: embarazos, partos felices, desencuentros, y honrados y trabajados reencuentros, algunos sustos en forma de análisis de sangre o visitas a médicos, la formación de un nuevo hogar, modesto, pero nuestro, ratos de risas, y alguno de lágrimas (es la vida), pero sobre todo apoyo, mucho apoyo, y una cimentación fuerte para que esto dure 10 o 20 años mas. Los que Dios quiera. Aquí estoy yo.

jueves, 21 de mayo de 2009

Abandono


La madre que abandonó a su hijo en Córdoba durante dos semanas y se fue de viaje, dice que lo dejó en su casa porque el niño, de 6 años, no queria ir con ella. Claro, no quería tener una "interferencia determinante" en la decisión del chaval.

miércoles, 20 de mayo de 2009

La interferencia determinante


Leo atónito en http://www.elmundo.es/ que la propuesta de reforma de la Ley del Aborto, según nuestro Presidente, debe evitar una "interferencia determinante" sobre la voluntad o decisiones de nuestros hijos.

Independientemente de lo que a cada uno le parezca la pildorita o el aborto (para mi la pildora es abortiva y el aborto un asesinato, y punto), me suena ya a pitorreo que traten de eliminar esa interferencia determinante sobre mis hijos. Si no interfiero yo sobre mis hijos, ¿para que diantres me meto a ser padre y a formar mi familia?.

Quiero interferir determinantemente sobre la educación de mis hijos, sobre su bienestar, sobre la formación de sus valores. Interferiré, y asi me lo propuse desde que nació mi primera hija, en su eduación, en su salud, en su cuidado, en su cariño, por que le voy a dar todo el que tenga, repartiéndolo con sus hermanos y compartiendolo con el de su madre.

Me meti a padre de familia para interferir determinantemente en la vida de mis hijos.

domingo, 3 de mayo de 2009

Felicidades

No soy mucho de celebrar fiestas patrocinadas por El Corte Inglés, pero en este caso haremos una excepción. Asi que: ¡Felicidades a la madre que me parió (q.e.p.d.) y, especialmente, a la madre que parió a mis hijos!

lunes, 9 de marzo de 2009

¿Familia?


En Leroy Merlin tienen claro el concepto de familia. Y no solo eso, también saben que cualquier ayuda es bien recibida. La foto es de una plaza de parking reservada a familias.

Escribo esto antes de que a algún descerebrado-ada, se le ocurra hacer una huelga por ser una plaza de parking sexista, o por que atenta a la constitución, o para que le quiten la falda a una de las figuras adultas, o para que pongan dos faldas, o yo que se...

miércoles, 21 de enero de 2009

Sanidad...y consumo (nunca mejor dicho)




Siempre he mantenido que uno de los pilares de la actual crisis financiera, ha sido el desmedido impulso a consumir todo, aquí y ahora. Todo eran facilidades para comprar lo que fuese, incluso sin tener dinero. Creándose además un clima de “exclusión” si uno no participaba en el festín (“¿todavía vives de alquiler?”, “¿por qué no pides un préstamo para irte al Caribe?”, “el que no se compra un coche ahora es por que no quiere”).

Irremediablemente, ese impulso consumista se ha visto duramente recortado por la situación desde el punto de vista económico. Pero no desde el punto de vista social y humano. Para ejemplo, la nueva campaña de reparto de preservativos en los Institutos del Ministerio de Sanidad. Vamos a seguir promoviendo el “aquí te pillo, aquí te mato” entre chavales de 14 años.

Decía ayer el Sr. Ministro que había que conseguir que ese 25% por ciento de chavales que todavía no utilizan condones, se unieran al carro. Nada, de “vamos a enseñar a los jóvenes, lo que es el respeto por la otra persona, que el sexo con o sin preservativos tiene consecuencias, lo que supone ser padre o madre”. De eso nada, que salgan al campo y disfruten como animales que ya la vida pondrá a cada uno en su sitio.

Las enfermedades de transmisión sexual son reales, y algunas como el sida, una autentica desgracia, pero no deben ser la excusa para este tipo de campañas y comportamientos.

Los embarazos ahora llamados “no deseados”, son consecuencia de un acto natural cuyo resultado es el posible embarazo. Quien tiene relaciones sexuales, puede quedar o dejar embarazado. No vale el “yo no lo deseaba”. Es tan natural como cuando uno tiene que ir al retrete después de comer. ¿os imagináis si nos pusiéramos un tapón de corcho en semejante sitio por que tenemos un apretón “no deseado”?

martes, 16 de diciembre de 2008

Navidad I


No tengo mucho tiempo hoy, pero haré un copia y pega de una felicitación que acabo de recibir de un buen cliente (otro dia daremos una definición de lo que es un buen cliente), ahí va:

"la Navidad no es un adorno

no es una fecha

no es una palabra

es tiempo en familia

es amor sin condiciones"

jueves, 20 de noviembre de 2008

El dia de los Niños


Hoy se celebra el Día Mundial de la Infancia, o del del Niño. Me encantaria que no tuvieramos que buscar un dia para celebrarlo. Eso significaria, que todos los dias serían los "dias mundiales de los niños", significaria que, cada dia, les dariamos el respeto, el amor y la educación que se merecen.

lunes, 22 de septiembre de 2008

El bofeton reconfortante

Ayer Domingo por la tarde, en la frenetica carrera de las duchas de los niños, previos a la cena y para acabar el fin de semana, un descuido de mi hijo, me hizo perder enormemente la paciencia. En ese mismo momento, menos mal, reaccioné y vi lo desmedido de mi castigo. Le pedí perdón. Me miró y con un par de palmaditas en la cabeza me dijo en tono conciliador: "te perdono papi". Los papeles, se cambiaron. Intuyo, que el se sintió como "un mayor". Yo me sentí como un niño pequeño.
Seria genial pararnos a pensar todo lo que nos enseñan nuestros hijos. Cada vez que me enseñan algo como lo de ayer, es como un buen bofeton reconfortante.