Siempre he admirado a algunos personajes de nuestra fauna particular televisiva que han sabido buscarse un hueco en la caja tonta para poder sobrevivir. No los admiro por el trabajo que hacen, si no por cómo son capaces de ver la vida y reírse de ella sin importarles nada un pimiento. Me refiero a gente del tipo Pablo Carbonell, o el mismísimo Gran Wyoming.
De éste ultimo, hablaba hoy el Presidente de la Asociación de Prensa de Madrid, en relación al montaje que hizo en su programa abroncando, de forma poco respetuosa, a una becaria que le ayudaba en el estudio. El Presidente de la APM decía que el mencionado montaje “desprestigiaba la profesión periodística”.
Nunca me cansaré de decir esta frase: “tenemos lo que nos merecemos”. Durante años, hemos dejado que profesionales del periodismo (incluyo a fotógrafos y reporteros) y pseudo-investigadores con curso de periodismo de CCC, se hayan ido acomodando en la caja tonta a base de programas de escaso gusto en los que se interfería, cada vez de forma mas intima, en la vida de las personas (famosas o no). Cuanto mas escabroso fuera el asunto mejor, y todo bajo el manto protector de que se vendía información.
Mentira, se vendía basura, pero lo peor de todo es que esa basura vendía. No importaba la franja horaria. Por la mañana, a medio día o a altas horas de la noche. Estos programas venden y mantienen una gran audiencia. Pero no le llamemos periodismo como hacen los ingleses con su “periodismo amarillo”. Son basura, minutos vacíos en televisión que reportan millones de euros a las distintas cadenas.
De éste ultimo, hablaba hoy el Presidente de la Asociación de Prensa de Madrid, en relación al montaje que hizo en su programa abroncando, de forma poco respetuosa, a una becaria que le ayudaba en el estudio. El Presidente de la APM decía que el mencionado montaje “desprestigiaba la profesión periodística”.
Nunca me cansaré de decir esta frase: “tenemos lo que nos merecemos”. Durante años, hemos dejado que profesionales del periodismo (incluyo a fotógrafos y reporteros) y pseudo-investigadores con curso de periodismo de CCC, se hayan ido acomodando en la caja tonta a base de programas de escaso gusto en los que se interfería, cada vez de forma mas intima, en la vida de las personas (famosas o no). Cuanto mas escabroso fuera el asunto mejor, y todo bajo el manto protector de que se vendía información.
Mentira, se vendía basura, pero lo peor de todo es que esa basura vendía. No importaba la franja horaria. Por la mañana, a medio día o a altas horas de la noche. Estos programas venden y mantienen una gran audiencia. Pero no le llamemos periodismo como hacen los ingleses con su “periodismo amarillo”. Son basura, minutos vacíos en televisión que reportan millones de euros a las distintas cadenas.
2 comentarios:
soy una de esas visitantes de tu blog que nunca ecribe pero que todos los dias los lee.
qué bien escribes! tocas muchos temas muy interesantes y de actualidad. Ánimo y muchas gracias por los buenos momentos
Bienvenida a la Taberna y gracias.
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