
La bipolaridad de la música llamada contemporánea es patente todavía en nuestros días. Música ordenada y de sintonías fácilmente recordables o transgresión sobre las seis cuerdas de una guitarra eléctrica. Y en medio de todo Elvis con sus melodías pegadizas de pop y su forma de vida y pose “vive rápido muere joven” del rock n roll. Siempre me he decantado por el lado mas “salvaje”. Larga vida a sus Satánicas Majestades.
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